Para ser un buen jefe, la única capacidad que se necesita, es ser una excelente persona

Para ser un buen jefe, la única capacidad que se necesita, es ser una excelente persona
Para ser un buen jefe, la única capacidad que se necesita, es ser una excelente persona

¿Qué significa eso de ser una excelente persona para ser un buen jefe? Una buena persona practica la empatía, es generosa, sabe escuchar, no teme a la crítica y acepta consejos o ideas que logran sumar en su negocio para que éste crezca.

Por otro lado, una persona que está a cargo de un negocio vive rodeada de presiones, de facturas por pagar, de mantener a flote su negocio y que el trabajo no termine con su salud mental ni física. Sí, ser jefe (si deseas ser uno de los buenos) no es simple, pero sí posible.

Así que, controlar las emociones y respirar profundo antes de comenzar cada jornada es lo que se recomienda. Los inconvenientes no van a desaparecer. Pero, dejarse llevar por impulsos y pagar con los trabajadores una frustración, una mala noticia; sólo demuestra que no se tiene el potencial para dirigir una empresa.

En la actualidad, aún quedan muchos jefes que piensan que es preferible que se les tenga miedo a que se les respete. Sólo entienden una forma de dirigir una empresa o un equipo; a gritos y olvidando que sin su plantilla él no sería nada. Este es el retrato de lo contrario a un buen jefe.

Un buen jefe sabe que no es el más inteligente del equipo

Quizá tenga un don para arriesgar, sea un buen comerciante, gerente, pero tiene asumido que no es el más inteligente de la clase. Es capaz de detectar entre su equipo de trabajo a los que brillan en algunos aspectos. Y por ello, sabe cómo sacar provecho, interfiriendo lo menos posible en sus ideas, siempre y cuando se consulten con él.

Un buen jefe sabrá si lo que está pidiendo a un trabajador es factible o sólo exige sin saber lo que conlleva esa orden

Por lo tanto, sabe en qué radica la labor de cada miembro de su plantilla. Esto quiere decir que no se le ocurrirá nunca encargar trabajo extra a un empleado que debe dedicar tiempo para sacar adelante otro encargo.

De tal manera, que lo ideal sería que el responsable de una empresa conociera todas las áreas de su compañía, por muy pequeña o grande que sea.

Así mismo, que tenga conocimiento del esfuerzo y de la dedicación que precisan muchas de las tareas que a él le llegan resueltas y realizadas de forma efectiva. Sabe valorar a ese trabajador y no le exigirá más de lo que pueda dar, ya que al final el trabajo no será bueno.

Finalmente, ser buena persona te da más puntos para poder dirigir con eficacia tu negocio. Tu equipo te lo agradecerá y posiblemente, ese estilo de liderazgo funcione mejor que el de la pose o el de la autoridad máxima que no llevan a ningún lado.

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