La mayoría de los negocios de éxito comienzan con un plan de negocios. En dicho plan inicial, determinamos una gran cantidad de elementos, por mencionar algunos; el estudio del mercado, conocimiento del producto del producto o servicio que queremos ofrecer, logística, presupuesto, y la inversión necesaria para llevar a cabo todo lo demás. Con esta información, se pueden establecer las distintas estrategias que se van a implementar para el funcionamiento inicial de la organización.
Las empresas que no realicen este análisis y estudio inicial, se están lanzando al mercado a ciegas. Cuando los negocios inician sin saber cómo direccionar sus acciones, sin tener idea a qué se enfrentarán en cuanto a competencia y sin saber básicamente si el negocio tendrá futuro, básicamente están jugando a la lotería y, posiblemente con el boleto perdedor.
Si bien es cierto que al inicio es fundamental realizar plan de negocios, también lo es durante todo el transcurso de la vida útil de la organización. Desafortunadamente, la mayoría solo hacen el diagnostico empresarial al iniciar o en todo caso, cuando quieren implementar un plan estratégico nuevo. Por ello, suelen estar aplicando medidas paliativas para solucionar los inconvenientes que se van presentando en el camino, en vez de tener una planificación para evitarlo o en todo caso, solucionarlos de manera definitiva.
En ese sentido, desarrollar un autoanálisis del negocio es fundamental para cualquier organización. A través de este, se podrán determinar las amenazas y los problemas de la empresa, así mismo las fortalezas que podemos tener. De esa manera, poder tener una idea precisa del estado actual d y en todo caso, planificar una reestructuración empresarial en caso de ser necesaria.
En este artículo, queremos ofrecerte los mejores consejos un autoanálisis del negocio, que te permita conocer de manera más real el estado actual de tu organización, para que puedas establecer estrategias más precisas para solucionar los inconvenientes y aprovechar sus fortalezas.
¿Qué es y para qué sirve el autoanálisis del negocio?
El autoanálisis del negocio o diagnostico empresarial es un proceso fundamental que toda ocasión debería realizar cada cierto tiempo, ya que a través de este se puede conocer el estado actual de la organización, identificar los problemas y puntualizar las oportunidades.
De esta manera, se pueden establecer estrategias claves para corregir lo negativo y aprovechar lo positivo. Por ello, los diagnósticos son esenciales para cualquier organización que desee cumplir con sus objetivos y mejorar notablemente su funcionamiento.
Evidentemente, este tipo de estudios conllevan tiempo, además un cierto grado de complejidad y conocimiento, por lo que en ocasiones las empresas no emprenden estas acciones por falta de lo primero y miedo a lo segundo. No obstante, fácilmente podemos contratar una consultoría de gestión, que nos permita llevar a cabo este estudio de la mejor manera posible.
Consejos para realizar un autoanálisis del negocio
Igualmente, nosotros mismos podemos llevarlo a cabo, siempre que tengamos tiempo y disposición podemos hacerlo posible. Para ello, es que lo dividamos en distintas fases, cada una a responder ciertas situaciones en específica. A continuación, las que consideramos necesarias:
- Evaluación: lo primero que debemos determinar es cuál será nuestra metodología de trabajo, puntualizar cuáles son los parámetros a estudiar que nos permitan conocer la situación real del negocio. Así mismo, determinar cuáles son las áreas donde vamos a realizar el diagnostico con mayor rigurosidad.
- Analizar la información: posterior a la evaluación, es vital que se haga un análisis de todos los datos recopilados, bien sea a través de gráficas, tablas, imágenes, entrevistas y cualquier otro componente informativo.
- Procesar el análisis: seguidamente será necesario procesar todos los datos antes recopilados, definiendo de manera precisa los resultados de los pasos anteriores.
- Establecer un plan de acción: a través de la evaluación, el análisis y el procesamiento de la información, debería resultarnos una gran cantidad de información donde podremos establecer debilidades, oportunidades, amenazas y fortalezas. Con ello, se podrán establecer las nuevas estrategias a implementar, se podrá realizar una reunificación de deudas en caso que las hubiera, así como las medidas que permitirán corregirlas.
Ahora bien, teniendo determinada las fases de nuestro autoanálisis del negocio, podemos empezar a tomar acciones. Hemos preparado un pequeño listado con los pasos que podrías considerar para realizar un autoanálisis de tu organización.
1. Crea un equipo de trabajo
Si bien es cierto, una sola persona podría realizar este trabajo, lo ideal es involucrar a todo un equipo para un mejor desarrollo. Además, en organizaciones grandes es fundamental que sea desarrollado por un grupo de trabajadores.
Lo cierto del caso es que, en caso de que la organización esté dividida en diferentes departamentos, lo mejor es que elijamos a un delegado de cada una área, para que el autoanálisis se desarrollo de la mejor manera posible.
2. ¿Cuáles son los elementos a estudiar?
Otro elemento clave, es establecer cuáles son los procesos que se deben estudiar. En estos estudios, lo mejor es centrarse en los puntos que se consideran más importantes o más vulnerables. Cuando intentamos abarcar más de la cuenta, puede que el análisis no sea el más detallado.
Por ello, entre los departamentos, cada coordinador del autodiagnóstico debe enfocarse en los puntos débiles y en los elementos a los que se le podría sacar mejor provecho.
3. Recopila toda la información y analízala
Una vez cada coordinador haya hecho su parte, es preciso que en global coloquen los datos sobre la mesa. Con toda la información recopilada, deberán empezar a surgir una serie de interrogantes, que básicamente será la autoevaluación de la organización.
Entre las principales preguntas que se deben hacer, podemos destacar:
- ¿Qué productos o servicios del negocio son verdaderamente rentables?
- ¿Cuáles son los departamentos que requieren más o menos recursos?
- ¿Qué procedimientos son útiles para cumplir los objetivos empresariales?
- ¿Cómo se integran los colaboradores a sus funciones?
- ¿Cómo se está comportando el mercado de nuestro sector?
- Y fundamentalmente, establecer las fortalezas y debilidades de cada departamento
4. Compara el estado de la organización
Como es bien conocido, el benchmarking es una estrategia que consiste en comprar productos, servicios e incluso, procesos de trabajo, tanto de la organización internamente, como con la competencia. De esta manera, se podrá determinar qué prácticas son buenas y cuáles son negativas.
Con esta comparación, no solo veremos qué empresa está aplicando técnicas que nos superan, sino también podemos ver sus debilidades y nuestras posibilidades para aprovecharlas. Así mismo, internamente es posible determinar cuáles son los departamentos más rentables y eficientes, para que los demás puedan aprender de ellos y mejorar.
5. Expón los resultados con todo el equipo
El último paso que debemos realizar es exponer los resultados a toda la organización. Recordemos que, el autoanálisis del negocio implica a todos, por lo que cada uno de los colaboradores debe participar y estar al tanto de los resultados.
Así mismo, se deberá explicar el plan de acción, para que este pueda empezar a implementarse con la mayor efectividad posible.
Es importante tener en cuenta que, este estudio debe realizarse de manera frecuente, para así llevar un mejor control de nuestra organización.
Esperemos que, con estos consejos para realizar un autoanálisis del negocio puedas realizar un diagnostico a tu organización. Sin embargo, te recomendamos que acudas a un especialista o a un asesor, ellos podrán ayudarte a realizarlo con éxito.
