Desgaste en los negocios, tips para evitarlos, ya que el estrés es resbaladizo. Sin darte cuenta, pasas de trabajar sólo unos minutos de más, hasta varias horas extra. Y a pesar de que la dedicación no es algo negativo, la presión y la demasía de trabajo consigue transformarse rápidamente en desgaste.
Expertos definen el desgaste por trabajo como “un tipo especial de estrés que sobrelleva debilidad física, emocional o mental mezclado con fluctuaciones acerca de su capacidad y el valor de su trabajo.” Los empresarios son especialmente susceptibles a este padecimiento, por eso es fundamental identificar sus sintomatologías y así evadir su impacto.
Entre los tips para evitar el desgaste en los negocios, tenemos:
Cambiar el ambiente: El lugar tiene un impacto enorme sobre la calidad de trabajo que realizas y tu estado de ánimo general. Trabajando desde el mismo lugar, con el mismo panorama, las mismas horas; la posible sensación de monotonía puede acarrear al desgaste.
Cuando tengas esa sensación de que tu entorno comienza a consolidarse, esfuérzate para lograr un cambio de escena. En ocasiones esto representa sencillamente levantarse y trabajar desde una zona distinta de la oficina; otras veces, es dejar tu oficina y trabajar desde una cafetería.
El cambio de escena casi siempre alienta nuevos pensamientos e ideas, que te imposibilitan caer en la rutina mental.
Hallar una salida creativa: liderar una empresa consigue ser estresante, horrible y solitario. Inclusive en personas con grandes redes de apoyo y co-fundadores; puede ser arduo que hallen una salida para despejarse de ansiedades. Y, al coartar las emociones, fácilmente logran advertir sentimientos de agotamiento. La escritura, no obstante, es la salida perfecta para exponer, investigar, y asimilar todo lo que tienes que afrontar como empresario de una forma sana.
Centrarte: Cuando los sucesos empiezan a amontonarse y los sentimientos de desgaste se vienen encima, recuerda que debes parar y ser consciente del instante presente. Es frecuente que los sentimientos que estás sintiendo estén conexos con lo que piensas que podría ocurrir en el futuro; no con lo que estás tratando en el presente. La práctica de la atención plena y la capacidad de centrarse en el instante presente logran dar una tranquilidad de las inquietudes que te trasladaron al desgaste.
Se precisan de tan sólo seis segundos de meditación consciente para que los beneficios de encauzar tus pensamientos hagan efecto. Calma tu mente y aléjate del perpetuo “qué pasaría si…”; para centrarte en el presente y hacer frente a las tareas que asumes por delante de forma más eficaz.
La clave para manejar el desgaste y evadir sus malos efectos es descubrir sus primeros síntomas y tomar medidas definitivas antes de que broten. Cosas tan sencillas como cambiar el sitio donde se opta trabajar, escribir o ser consciente del presente logra sellar una decisiva diferencia.
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