La excelencia en la atención al cliente ¿Cómo conseguirla? ¿Has considerado qué sería de una empresa sin sus clientes? Las empresas venden productos o prestan servicios y, para ello, diseñan una imagen de marca y desarrollan una estrategia de comercialización.
Sin embargo, nada de esto tiene sentido si en el centro de nuestros esfuerzos no está el cliente; por lo que la excelencia en la atención al cliente debe ser nuestro objetivo.
Si bien, el cliente no siempre tiene la razón, sí es siempre lo más importante. Si logramos que un cliente esté satisfecho con nuestra atención, siempre vendrán más pedidos. Hay empresas que se centran en vender productos, pueden ser productos de la máxima calidad; pero olvidan el departamento de la atención al cliente.
Por ello, en cuanto estos tienen una experiencia negativa abandonan esta empresa para experimentar otra nueva opción; y debemos recordar que el mercado está lleno de alternativas.
Cómo conseguir la excelencia en la atención al cliente
Al diseñar nuestra imagen de marca pretendemos crear expectativas, transmitir unos valores con la idea de atraer a posibles clientes potenciales. Indudablemente, sin una imagen de marca fuerte y de impacto será complejo que los clientes nos den una oportunidad. Si logramos captar un contacto y comenzar a venderle o prestarles nuestros servicios ingresaremos en la etapa más compleja, enamorar al cliente.
Por otra parte, una empresa puede brindar servicios de alta calidad, pero debemos transmitir que nuestros clientes están en el centro de nuestra estrategia, deben sentirse escuchados, satisfechos e importantes. Debemos crear una relación estrecha entre empresa y cliente. La atención al cliente transforma una empresa en persona promoviendo la fidelidad entre ambos.
Igualmente, no radica en tramitar un pedido, radica en hacer una experiencia de compra perfecta buscando la excelencia en su experiencia; y, para ello, debemos cuidar al cliente en todas las fases de venta. Dilucidar las posibles dudas que pueda tener sobre el producto o servicio; informar sobre cuándo se va a efectuar la entrega, si hay algún retraso en el transporte siempre debemos anticiparnos y comunicárselo al cliente.
No hay mayor tranquilidad que sentirse informado. Con margen de tiempo podemos buscar soluciones y opciones; pero nunca tu cliente te puede llamar para reclamarte una entrega pactada para una fecha. Decir una verdad a tiempo siempre es más honesto que una mentira para salir del apuro cuando fallamos.
Y, indudablemente, cuando todo vaya bien, hazle conocedor de ello, llámale para informarte si todo ha salido de su agrado; si está satisfecho con el producto, si el servicio ha sido el esperado.
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