Familiaridad en la pyme, casi una necesidad

Familiaridad en la pyme
Familiaridad en la pyme

En la pyme mientras más pequeña sea, más familiaridad se concibe. En numerosas empresas es frecuente escuchar frases como: esto es casi como una familia. Compartimos una gran cantidad de horas con los compañeros y jefes en la oficina, lo que finalmente forja relaciones de amistad en la mayoría de los casos, igualmente con el jefe, que es casi una necesidad en la pyme.

No se trata únicamente de tener una buena relación o empatía con el jefe; es ir un poco más allá y ocasionalmente organizarse fuera de las horas de trabajo para disfrutar juntos en otros espacios. Bien sea para tomar algo, para almorzar juntos. Sin embargo, esto puede presumir alguna contrariedad a nivel interno si no se sabe llevar dicha relación.

Comenzando por el mismo jefe, que en ocasiones involucra el espacio laboral y el personal. Seamos amigos o no, tengamos una buena relación sin compartir nuestro tiempo libre; sin embargo, en la oficina existe una jerarquía y esto no debemos olvidarlo ninguna de las dos partes.

Tener una amistad con el jefe no quiere decir que vamos a contar son su favor o nos da derecho a pasar por encima de otros compañeros. Existen muchas personas que no saben asumir esta relación. Fundamentalmente si ya existía una amistad antes de trabajar juntos. Y no es fácil aceptar que esa persona con quien compartías en tu tiempo libre, en este momento te asigne tareas.

En las pyme prevalece la familiaridad
En las pyme prevalece la familiaridad

Familiaridad entre compañeros de trabajo y el jefe

Primeramente, un jefe debe ser ecuánime y si valora más su relación de amistad sobre la profesional forjará un inconveniente a corto plazo. No se trata de disimular la relación. Si ya existe una amistad o ha nacido con el pasar del tiempo trabajando junto, no hay por qué ocultarla. Será malo y al mismo tiempo acrecentará el reconcomio entre el resto de empleados, porque finalmente se termina sabiendo.

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Al igual que una relación de amistad se transforma en romántico, bien sea con el jefe o con un compañero, la situación puede empeorar. Puesto que el tema profesional y personal es mucho más complejo de separar, tanto si la relación funciona como si termina.

Finalmente, es esencial si pretendemos que la relación de amistad subsista, dejar los asuntos laborales en la empresa. Por momentos es ineludible platicar de trabajo, pero no debemos estar constantemente conversando de lo mismo. No es buena idea y nos imposibilita desconectar. Conjuntamente, no disfrutamos como antes de nuestro tiempo libre.