Las máscaras ocultan la verdadera esencia de las cosas; incluso sombrean las oportunidades, las máscaras pueden llamarse crisis, desilusiones, traiciones, entre otras. Tal fue el caso de la nueva Máster Chef de Uruguay, una venezolana que logró consagrarse como la primera mujer en obtener el titulo como mejor cocinera amateur de Uruguay.
LAS MÁSCARAS Y EL DESTINO
María Gracia Sosa, joven valenciana, doctora egresada de la Universidad de Carabobo, salio de su país de origen (Venezuela), debido a la crisis política, económica y social que este atraviesa; llegando a Montevideo donde radica desde hace dos años, y donde afortunadamente pudo ejerce su carrera.
Su afición por la cocina, la lleva a tomar el riesgo de postularse como candidata para la segunda temporada de Master Chef Uruguay; en el cual logra destacarse entre los primeros cincuenta finalistas, luego entra al grupo de treinta y seis; pasa al de veinticuatro, para finalmente entrar al programa con un puesto entre los dieciocho participantes.
Esta chica venezolana logra iniciar su carrera culinaria con entusiasmo y emoción; condimentos esenciales que se necesitan para proyectar y cumplir un sueño. Es interesante conocer como la crisis por la que actualmente sufre su país, la empuja a salir de su zona de confort alejándose de su familia e iniciar un camino en otro lugar.
Este país (Uruguay), junto a su deseo de empredimiento, superación y constancia, le brindan la oportunidad de crecer y expandir su potencial, no solo en la medicina, sino ahora también en su pasión “la cocina”. A lo largo del programa; María Gracia puso en manifiesto sus orígenes en los distintos platos que preparó; haciendo emocionar a uno de los conductores del programa por homenajear a su país en las preparaciones.
Una joven ejemplo de superación, sacrificio, perseverancia y sobre todo perspicacia; ya que supo quitarle la máscara a la oportunidad de alcanzar un gran logro fuera de su país; por ello insistimos que las crisis siempre ayudan para crecer y ser emprendedores; solo es necesario QUERER hacer las cosas.
