Síndrome Donald Trump

Síndrome Donald Trump
Síndrome Donald Trump

Síndrome Donald Trump, ¿liderazgo autentico o autenticidad? Donald Trump está personificando un indiscutible síndrome del directivo o empresario que practica el liderazgo desde su autenticidad, pero sin ser auténtico.

Ser auténtico significa ser fiel a sí mismo, pero respetando opiniones y visiones de otros; pero nuestro querido Donald Trump dice lo que piensa y a los que no piensen igual, que les zurzan.

Esta conducta suele aparecer en directivos con alta experiencia y éxito vital; que protegidos por su prestigio histórico imparte doctrina desde lo obvio y malgastan el concepto de sentido común.

La expresión inventada autenticidad expresa estas conductas que por ser populares son queridas independientemente de las bondades de sus atributos. Pero ¿Cómo diferenciamos al líder auténtico de la autenticidad?

Síndrome Donal Trump y las particularidades de un buen líder auténtico:

Conciencia de sí mismo: El líder auténtico tiene un conocimiento sobre sus fortalezas y debilidades. Es realista a la hora de conocer y reconocer lo que los demás opinan sobre él. Y sabe cómo y por qué influye en los demás. Tener espejos entorno a tu día a día es esencial para que tu conciencia de ti sea lo más ajustada posible. Y disponer de un equipo de personas que te permita tener un feedback apropiado a tu conducta.

Los dirigentes que sufren el síndrome Donald Trump creen que son transparentes
Los dirigentes que sufren el síndrome Donald Trump creen que son transparentes

Ya lo decía Goebbles: “Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”.

Transparencia en las relaciones: Ser transparente no significa no esconder nada, sino más bien la apertura de pretender compartir los conocimientos y las emociones que a uno le pasan. Los dirigentes que sufren el síndrome Donald Trump creen que son transparentes porque dicen lo que piensan sin considerar a los demás y que no ocultan nada.

La transparencia como apertura a los demás pasa por mostrarse tal y como soy; permitiendo que otros opinen y compartan los pensamientos y emociones, y esto no se observa en aquellos directivos “autenticidad” que solo saben ser un yo y nunca un nosotros.

Procesamiento equilibrado: Procesar la información objetivamente, analizando la información relevante y capaz de solicitar a otros sus puntos de vista, no lo suele hacer un directivo con Síndrome Donald Trump. Más bien están hechos a las diferencias y configuran su opinión con información escasa y parcialmente desvirtuada.

Estas particularidades son transcendentales, ya que existe una multitud de líderes autenticidad de escasez de lectura que se les llena la boca de la objetividad; cuando lo objetivo precisa de la fiabilidad intersubjetiva.

La única verdad difiere con su relativismo humano y, por tanto, requiere de percepciones diferentes compartidas desde la honestidad.

(También puedes leer: Poder del Liderazgo)