Trabajar desde casa no resulta ser muy buena idea

Trabajar desde casa, no es tan positivo
Trabajar desde casa, no es tan positivo

Trabajar desde casa en ocasiones es una gran ventaja, visto desde afuera. Trabajando desde casa no tienes que trasladarte al trabajo, esto en una ciudad grande consigue presumir unas 2 horas de tiempo ganado. Se evita tener que sobrellevar a jefes o compañeros tóxicos; y eres independiente para trabajar en los horarios que más te convenga.

Es posible lograr la coexistencia entre la vida personal y laboral. Pero esa es solo la cara bonita, en otros aspectos no resulta ser buena idea.

Hablamos de trabajar desde casa de manera frecuente, diariamente por un extenso periodo de tiempo; bien sea como autónomos o internamente en una gran organización. Puesto que lo excelente de trabajar desde casa es contar con la elección de hacerlo, es decir, emplear este recurso cuando se ha presentado un inconveniente logístico en casa, una dificultad familiar, etc.

Trabajar desde casa, nos impide disfrutar de elementos necesarios

Perdemos la conexión emocional con el resto del equipo. En ocasiones es precisa una mínima conexión emocional con el equipo de trabajo para ser más productivos.

Trabajar desde casa, minimiza la productividad
Trabajar desde casa, minimiza la productividad

Del mismo modo nos cuesta más entrar y comprender la filosofía de empresa. Estando en la empresa nos permite alinearnos con las políticas gremiales de forma más simple, compartiendo espacio con nuestros compañeros. Siempre es necesario la integración en un equipo activo y desaprovechar la capacidad de asistencia.

Por otra parte, como no tenemos que desplazarnos al trabajo se termina acogiendo unos horarios muy extraños. O se madruga para resolver una parte significativa del día o trabajas muy tarde cuando todos ya están durmiendo. Principalmente si no tienes elección de encerrarte en algún espacio de la casa.

Al trabajar en casa, te ocupas de remediar cualquier dificultad familiar o del hogar. Si sale un problema en el hogar o familiar te ocuparas de ello sin reparo. Finalmente eres el que ajusta sus horarios.

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Sin abandonar el pijama es muy cómodo, pero no ayuda con la productividad. Te levanta, te duchas, preparas un café. La norma precisa para no terminar todos los días trabajando en pijama hay que aplicarla desde el inicio.

Al trabajar desde casa asumes trabajar con tu ordenador, tu teléfono móvil y pagas el servicio de Internet. Y conjuntamente consumes electricidad en tu casa. El costo económico de trabajar en casa en lugar de trabajar fuera por lo general no ayuda.

Cuando el trabajo en casa se realiza de modo constante y regular, bien sea por una elección o generalmente por un compromiso consigue transformarse en un tormento. Principalmente si no asumimos los hábitos apropiados. Igualmente posee sus cosas positivas, pero por lo general  no le sacamos el mejor partido necesario.