Cómo los hábitos personales pueden mejorar la productividad laboral

hábitos personales y productividad laboral

La productividad en se refiere a la capacidad de una persona o empresa para generar resultados eficientes y efectivos en un período determinado de tiempo.

Cuando se es empleado, es muy común pensar que la responsabilidad de promover las herramientas para incrementar la productividad es totalmente del empleador. Algo totalmente debatible, pues si bien la manera de cada empresa para motivar a su personal tiene mucho peso, a nivel individual también toca hacer una gran parte.

En este sentido, ¿Te has preguntado alguna vez cómo los hábitos personales pueden influir en tu productividad en el trabajo? La respuesta es sencilla: las costumbres adquiridas en nuestra vida cotidiana tienden a tener un gran impacto en nuestra eficiencia laboral.

Y si por otro lado, piensas que en esta ecuación siempre es la empresa la que sale ganando, en este artículo intentaremos revertir ese pensamiento. ¿Cómo? Explorando la relación entre hábitos personales y productividad laboral, facilitándote también algunos consejos prácticos para mejorarlos y contándote cuán beneficiosos pueden ser para tu vida en general.

¿Qué son los hábitos personales y cómo afectan a nuestra productividad laboral?

Los hábitos personales son comportamientos repetitivos que se adquieren a lo largo del tiempo y que se convierten en parte de nuestra rutina diaria. Estos pueden ser buenos o malos, y llegar a afectar nuestra vida en general, incluyendo nuestro desenvolvimiento en el entorno laboral.

Pueden influir en la productividad laboral de varias maneras. Un ejemplo claro lo vemos en personas que tienen el hábito de procrastinar, probablemente su trabajo nunca esté al día o sufra diversos episodios de estrés por posponer sus obligaciones para última hora. Caso contrario sería el de la persona tiene el hábito de levantarse temprano, planificar su día y establecer sus prioridades en el trabajo.

Los hábitos personales también pueden determinar la calidad del trabajo realizado. Es decir, quién acostumbra a hacer las cosas de forma apresurada o descuidada, puede no presentar la misma calidad de alguien que fue minucioso y meticuloso con los detalles.

Otro aspecto sobre los malos hábitos, es que tienden a afectar la salud física y mental a tal punto de impedir el óptimo desarrollo de las funciones en el trabajo. Indiscutiblemente, una persona que duerma poco, se sentirá agorada y desconcentrada durante su jornada; mientras que una que tenga el hábito de descansar correctamente, alimentarse de forma saludable o consumir alternativas similares estos productos, es más probable que tenga mayores niveles de energía y se sienta más enfocada.

¿Qué tipo de hábitos personales mejoran la productividad laboral?

Ciertamente, la forma es que ciertos tipos de hábitos mejoren el rendimiento laboral de las personas dependen de muchos factores. Desde la disponibilidad de tiempo, el entorno laboral o tipo de trabajo, la forma en que empresa establezca para mejorar la productividad de sus trabajadores, etc.
 
Aún así, te presentamos algunos de los más efectivos en términos generales y cómo pueden ayudar a nivel personal:
  1. Hábitos de sueño y descanso: dormir lo suficiente y descansar adecuadamente es fundamental para la salud física y mental. Un sueño adecuado te ayudará a estar más concentrado y enfocado durante el día.

  2. Hábitos alimenticios: mantener una dieta saludable y equilibrada puede aumentar tu energía y mejorar tu rendimiento. Se recomienda tener comidas ligeras y saludables en el trabajo que promueva una energía óptima todo el día.

  3. Hábitos de ejercicio físico: el ejercicio físico es esencial para gozar de una buena salud, aumenta los niveles de energía y mejora la concentración gracias a que promueve la oxigenación cerebral. Realizar una rutina de ejercicios regularmente puede mejorar tu calidad de vida y reducir el estrés, además promueve la calidad del sueño nocturno.

  4. Hábitos de organización y planificación: mantener el espacio de trabajo ordenado te ayudará a mantener el enfoque en las tareas importantes y evitar distracciones innecesarias. También te ayudará a mantener una visión clara de los objetivos a corto y largo plazo.

  5. Hábitos de gestión del tiempo: administrar el tiempo de manera efectiva es esencial para la productividad laboral. Establecer prioridades, planificar la jornada laboral y evitar las distracciones son algunos hábitos que pueden ayudar a maximizar el tiempo y aumentar la eficiencia.

  6. Hábitos de comunicación efectiva: una buena comunicación con los compañeros de trabajo y superiores puede ayudar a mantener una buena relación laboral y evitar malentendidos. La capacidad de comunicarse eficazmente influye directamente en la eficiencia con la que se realizan las tareas.

Desarrollar estos hábitos puede ser un enorme desafío, pero una vez que se convierten en parte de la rutina diaria, los beneficios son notables. Lo más destacable es que no representan un un único para la empresa, al contrario el enriquecimiento personal es mucho mayor. Al adoptar estos cambios, también incrementa la satisfacción a nivel personal, además que la sensación de bienestar y calidad de vida mejora dentro y fuera del trabajo.

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