Evita parecer un jefe tirano frente a tus empleados

Evita parecer un jefe tirano frente a tus empleados
Evita parecer un jefe tirano frente a tus empleados

Como podemos evitar parecer un jefe tirano frente a los empleados, si en sí la apalabra jefe va coligado en el imaginario colectivo a: dolor de cabeza, ego, superioridad, falta de empatía. Sin embargo, cuando se decide ser su propio jefe, las palabras cambian. Pero las empresas requieren de alguien que las dirija, y a su vez, selle los objetivos.

Como sabemos ser jefe no es fácil, y ciertamente, generalizar y pensar que todos son iguales, no es correcto. A veces, se dan circunstancias donde es el trabajador el que no posee una conducta ejemplar. Llega tarde, se va antes que el resto de sus compañeros y nunca da explicaciones. ¿Cómo debería proceder ese jefe ante él, sin que perturbe al resto de la nómina?

Suficientes inconvenientes y tiempo demandan gestionar bien una empresa; para que también manen problemas de este tipo. Cuando una empresa se ha esforzado en crear un buen clima laboral, lo justo es que los trabajadores también lo hagan.

Consecuentemente, si uno de los empleados tiene como hábito llegar tarde sin proporcionar ningún tipo de explicación, todos los días; hay que llamar la atención antes de que ese comportamiento se transforme en motivo de murmullos entre el resto de los compañeros.

Jefe tirano frente a los empleados, si en sí la apalabra jefe va coligado en el imaginario colectivo a: dolor de cabeza, ego, superioridad
Jefe tirano frente a los empleados, si en sí la apalabra jefe va coligado en el imaginario colectivo a: dolor de cabeza, ego, superioridad

Para evitar parecer un jefe tirano, la razón nos lleva a pensar que lo mejor es mantener una conversación con el empleado a solas

En primer lugar, preguntar el motivo o razones de su conducta; si es una persona agresiva o a la que le cuesta comunicarse, disponer de paciencia.

Conservarse tranquilo y firme es lo ideal. Aclarando que su actitud en relación a su trabajo y a sus compañeros no es adecuada. Jamás hay que llevar este tipo de pláticas al terreno personal. Ser jefe demanda de psicología. Siempre se conseguirá aprender algo de estos momentos.

Conversar con el resto del equipo, es otra opción, una vez resuelto el tema. No se trata de reprender o discutir, sin más bien de esclarecer las normas, las que cuales son iguales para todos.

Sin caer en detalles y sin herir el ego de nadie, para divulgar el mal efecto del error y la manera de corregirlo y de evitarlo en el futuro. Sus compañeros tienen derecho a saber lo acontecido para impedir rumores.

Hallar el equilibrio para llamar la atención a un empleado, sin caer en la ofensa, ni en el beneplácito es complejo; pero hay que conseguirlo para evitar que se repita; y los demás crean que si él puede hacer las cosas mal, hay camino libre para el resto.

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