Sin miedo a equivocarnos podemos decir que las Pymes son la columna vertebral de la economía. Las reseñas del Consejo Internacional para la pequeña empresa y mediana empresa estiman que este tipo de negocios, correspondan al sector formal o informal de la economía y constituyen más del 90 por ciento del total de empresas. Conciben entre el 60 y el 70 por ciento del empleo; y son garantes del 50 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) a nivel mundial.
No obstante hay distintos niveles para identificar a las PYMES. Las consideradas como “pequeñas empresas” suelen ser las que utilizan a menos de 50 trabajadores; y las “empresas medianas” las que contratan entre 51 y 250 empleados.
Las PYMES columna vertebral y el motor más significativo en el progreso de cualquier país
Son perdurables en el tiempo, demuestran una mayor permanencia en el empleo, su endeudamiento suele ser menor y estable. Un catedrático de la Universidad Complutense de Madrid; concluyó que “los indicadores de empleo evidencian una reducción del empleo temporal en las PYMES, pero un incremento del empleo fijo”.
También resalto “Las PYMES españolas aumentan los empleos fijos y reducen la contratación de trabajadores temporales en periodos de crisis tanto en microempresas como en pequeñas y medianas empresas”. En Europa se estima que un 97% de todas las compañías son PYME.
Las actividades de estas pymes se reúnen en el comercio, los servicios, la industria artesanal y en los trabajos independientes. Con su contribución ya sea produciendo y ofertando bienes y servicios; demandando y comprando productos, constituyen un anillo definitivo en la continuación de la actividad económica y la reproducción de empleo en cada país.
Por la maleabilidad de adecuarse a los cambios tecnológicos y gran potencial de creación de empleos, representan un excelente medio para impulsar el desarrollo económico y una mejor distribución de la riqueza.
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