Perder el tiempo en preocuparte es sinónimo de fracaso. Para los emprendimientos y hasta para su empresa ya establecidas es prioritario ocuparse. Por eso vive el ahora de tu empresa y no pierdas el tiempo en el pasado.
Nada haces pensando tanto en la factura que no pagaste, es preferible crear estrategias para cancelarla. La balanza debe inclinarse hacia un pensamiento positivo y menos quejoso.
Aunque parece una tarea fácil, es más difícil de lo que creemos. Y cientos de empresarios lo viven diariamente. Hay problemas que ameritan más de nuestra concentración, que otros. Pero a veces el pesimismo gana la batalla.
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Y es precisamente este punto, donde nos vamos a detener. Conoce algunas estrategias para que evites llegar a convertirte en un empresario tóxico.
Claves para mantener la armonía en los negocios de tu empresa
Piensa por un momento. Eres de esos que solo dices: “nada me va a salir bien”, “no voy a poder alcanzar la meta”. O por el contrario, “soy el mejor, yo puedo con todo”.
Ambas situaciones pueden llevarte a cometer errores, no es bueno ni ser tan pesimista ni tampoco súper optimista. Recuerda todo en exceso es malo. Aquí tienes algunas claves:
- Se realista: mantener los pies en el suelo es bueno para comenzar. Está bien que todos queremos alcanzar el número uno en el primer intento. Pero créate algunas estrategias por si acaso eso no ocurre en la primera.
- Mantén la calma: el futuro es simplemente eso, algo que puede pasar. Es más sano vivir el ahora, con miras a fortalecer lo que viene.
- Anticipa los problemas: no pedimos que seas obsesivo con lo que va a ocurrir, simplemente ten una visión amplia. Si ves que algo no va bien, modifica las cosas a tiempo. Te puedes ahorrar unas cuantas quejas.
- Ocúpate: preocuparse siempre está presente, pero ocuparse debe ser el norte. Visualiza los problemas como obstáculos de una carrera, y salta sobre ellos. En este punto, puedes anclarte en tu equipo.
- Ten sentido del humor: a veces estamos con mala cara, y atraemos eso. Somos lo que reflejamos. Por eso sonríe y aprende a verle el lado positivo hasta el problema más grande.
- Autoevalúate: más que una estrategia, esto es un haz bajo la manga. Evaluar tus acciones y cambiarlas para bien, hacen que puedas afrontar los problemas con mejor rostro.
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