Evan Spiegel es el fundador de una de las redes sociales más famosas “Snapchat”. Con el reto de transformarse en el novedoso nombre a seguir en las grandiosas empresas tecnológicas. La red social ya está en la bolsa con una evaluación de 24.000 millones de dólares. Y Spiegel se colgó la medalla al estar frente de una de las firmas más promisorias de las comunicaciones.
Evan no fundó su empresa en el garaje de su casa. No es inmigrante; y vivió una vida lo sobradamente acomodada gracias a sus dos padres, quienes eran abogados, y que vivían en una ostentosa urbanización de Los Ángeles, cerca de Malibú.
Esta famosa aplicación de redes sociales Snapchat es una plataforma de comunicaciones con muchos propósitos que admite a los consumidores enviar mensajes instantáneos de foto y vídeo.
Una red social que ha transitado por un largo camino desde su fundación; en el cual rechazó una oferta de compra por parte de los propietarios Facebook. Se ha nombrado continuamente a Snapchat y ha conquistado el corazón del público más deseado por todos: los millennials.
Que diferencia a Evan Spiegel de otros CEOS
Uno de los factores que le desigualan de Steve Jobs, Mark Zuckerberg, Bill Gates o Sergei Brin es su inclinación por la noche. Spiegel, refieren los comentarios, es una persona al que le gusta la informática, pero que no se articula en el modelo de nerd.
Su vida noctámbula ha retenido titulares ahora que es popular, pero ya venía de atrás, cuando era un millonario inédito al que le entusiasmaban los vehículos. En poco más de un cuarto de siglo ha recopilado un Cadillac Escalade, un BMW 550i y un Ferrari.
Por lo tanto, Spiegel, advirtió: la vida no se trata de conquistar dinero. La vida no se trata de obtener recompensas. No tiene que ver tampoco en ganar desafíos o lo que sea. La vida verdaderamente se trata de lograr un impacto en el mundo, transformando la manera en que las personas perciben el mundo, transformando el modo en que experimentas el mundo.
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